jueves, 17 de noviembre de 2016

Cocinas y Pobreza

Nos encontramos con ciertas dificultades a nivel arqueológico cuando investigamos las poblaciones de  clase baja medievales. Las cocinas son unas de las estructuras menos conocidas y más difíciles de identificar1. En zonas urbanas, las cocinas privadas son poco conocidas, lo que más encontramos son cocinas comunales, encontradas en los rincones de los patios. Desarrollando lo que ya hemos observando con los patios, algunos autores hablan del uso del patio como espacio para comer. El patio se convierte, especialmente en el caso de las sociedades musulmanas, en un espacio social y cultural donde la población podría comer al aire libre y juntarse para hablar.

Por la falta de calidad en muchos restos, el estado de conservación de huesos y cerámicas es prácticamente nulo. Encontramos con muy pocos casos de yacimientos que conservan restos de cerámica o fauna. Con una falta de restos asociados a una estructura, tampoco podemos sacar una hipótesis sobre su uso. La mayoría de los almacenes están vacíos, probablemente por robo o el hecho de que, en el proceso de abandono, no querían dejar nada. Dentro de las poblaciones, sin embargo, encontramos muchos talleres asociados a cerámicas tipológicamente típicas para el uso en la cocina2. Vemos, a través de ellos, que para las clases bajas la mayoría de las cerámicas estaban hechas a torno. También podemos observar un proceso de estandarización con una lenta incorporación de vidrios. Las cerámicas en muchos casos no están hechas de diferentes tipos de arcillas, en general los talleres en estas poblaciones utilizaron una única arcilla para poder aprovechar de la materia prima al máximo.

Para terminar esta breve entrada sobre las cocinas urbanas, quería citar una frase clave que he leído este semana; “La pobreza era la suerte común [en la sociedad medieval]”3. Me parece una frase fundamental en nuestro estudio de las sociedades a través de sus cocinas, en general las clases bajas compartían todo. Teniendo en cuenta que varias familias podrían vivir en la misma casa, entenderemos porque las cocinas fueron comunales. Con la escasez de comida y recursos, es poco probable que vayamos a encontrar restos en los yacimientos urbanos. En realidad, ni podemos buscar restos quemados, ya que para calentar las propias casas existían hogares. No creo que encontremos suficientes evidencias para poder distinguir entre un fuego para calentar la casa y un fuego para calentar comida, es muy probable, incluso, que usaran el mismo fuego para ambas cosas.

Passini, Jean (2001) La Ciudad Medieval: La Casa al Tejido Urbano. Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, Cuenca. 357 Páginas
Quirós Castillo, Juan Antonio; Bengoetxea Rementeria, Belén (2010) Arqueología Medieval y Posmedieval, Arqueología III. UNED, Madrid. 648 Páginas
El Trabajo Nos Hace Libres (2012) La Pobreza del Campesinado en la Edad Media, Blogspot [En Línea] Disponible a través de: http://eltrabajonoshacelibres.blogspot.com.es/2012/08/la-pobreza-del-campesinado-en-la-edad.html [Consultado: 15 Noviembre 2016]


Lloyd Austin David Courtenay

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