1 – Economía. Creemos que hay un vínculo importantísimo entre el tamaño de la cocina y la economía de la sociedad vinculada. Dicho vínculo tiene que adaptarse a la cantidad de gente usando la cocina (sirvientes o cocina privada) y la cantidad de gente que necesita ser alimentada por dicha cocina. En un ámbito pobre, por ejemplo, vemos que hay mucha gente compartiendo la misma cocina para el uso personal.
2 - Ventilación de la cocina. La mayoría de cocinas tienen una estructura parecida, pero en algunos casos los techos y las chimeneas cambian para permitir la ventilación del humo. Este aspecto arquitectónico, sin embargo, no parece tener ningún patrón llamativo según el tipo de sociedad o de economía vinculada a la cocina. Mientras podemos ver algún patrón en las sociedades más pobres, teniendo el fuego al aire libre o la inclusión de simples agujeros en el techo, también hemos observado casos en fortificaciones y castillos que usan formas de ventilación parecidas. Los monasterios son los únicos sitios que realmente usan una arquitectura elaborada para ventilar sus cocinas.
3 - Agua. Vemos que hay ciertas cocinas vinculadas a ríos con canalizaciones que facilitan el transporte de agua. En otros casos los edificios están cerca de pozos. Los sistemas hidráulicos, sin embargo, están más condicionados según la localización de la población.
4 - Geografía. Si miramos ejemplos entre diferentes países acabamos encontrando casos de todos los tipos. Mientras que mi intención era buscar si había algún patrón entre los diferentes países de la Europa occidental, las cocinas varían demasiado para establecer patrones. Si miramos los restos arqueológicos podemos encontrar algunas tipologías interesantes, sin embargo en este estudio no nos hemos fijado tanto en este aspecto, ya que nuestro objetivo principal ha sido la cocina en sí. Si ampliamos nuestras fronteras de estudio hacia diferentes partes de Europa los patrones reales existen en zonas de ámbito religioso distinto. El mundo cristiano, sin embargo, tiene bastante homogeneidad entre ello.
5 - Restos arqueológicos. Los pocos estudios de restos arqueológicos que hay hablan de una clara diferenciación económica especialmente con referencia a las cerámicas y a los recipientes. Los cubiertos varían según la dieta que también nos puede servir a la hora de mirar patrones económicos.
6 - Hornos. Los hornos son un buen marcador económico y también varían en función de la cocina. Este punto, vinculado a los puntos 1 y 2, llegan a ser buenos elementos para establecer una tipología.
7 - Conservación del registro arqueológico. En general la mayoría de la información que hemos podido acumular está vinculada fuertemente a los monasterios y al ámbito religioso. ¿Por qué? Los monasterios en general siguen teniendo un papel social y religioso con el paso del tiempo, no llegando a ser abandonados y por todo esto conservándose mejor. Los castillos por otro lado tienen peor estado de conservación porque con el paso del tiempo la mayoría de las poblaciones acaban abandonando el castillo. Los monasterios, hasta la caída de la Cristianidad, siguen en uso.
8 - Orientación o relación con el resto de la estructura (sea castillo, monasterio, fortaleza o zona urbana). Las cocinas estructuralmente tienen un patrón clarísimo en todos los ejemplos. Las cocinas casi siempre dan el paso hacia un patio central y pueden tener una sala separada como almacén. En algunos casos encontramos el almacén incorporado directamente con la cocina. En un caso tenemos la cocina justo debajo de la estructura principal.
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